En la aldea gala, Ordenalfabetix no tiene pescado fresco y está liquidando sus existencias, lo cual hizo que los portadores de Abraracúrcix se intoxicaran (y como siempre, en la aldea se origina una pelea a causa del pescado). Sin embargo, Ordenalfabétix se niega a pescar directamente del mar, ya que él manda a pedir el pescado directamente de Lutecia, lo que según él trae garantía de alta calidad. Sin embargo, el carro que trae el pescado demora en llegar como forma de protestar por los elevados precios de la alfalfa, y el pescado fresco es un ingrediente esencial para la poción mágica, por lo que Astérix y Obélix deciden salir al mar a pescar. Durante la pesca, una tormenta se desata y cuando Astérix le ordena tirar la red a Obélix, éste la tira directamente al mar, sin atarla a nada, comenzando una discusión entre ambos galos.
La tormenta amaina, pero arrastró a nuestros amigos lejos de su hogar. Obélix empieza a tener hambre por lo que decide con Astérix pedir algunos víveres a los piratas. Sin embargo, luego de que se les acaban las existencias, Astérix, Obélix e Idéfix dejan el barco cuando Obélix alucina con jabalíes. Sin embargo, el barco es arrastrado por las olas del mar, por lo que nuestros héroes deciden transportarse por la rama de un árbol que se encontraba sobre el mar y dan con una isla, pensando que es su hogar. Sin embargo, al recorrerla, no logran reconocer nada, por lo que luego de encontrarse con unos indígenas (los que nuestros héroes piensan que son una especie de colonia romana), se dan cuenta de que no están en su hogar (tratándose en realidad de una isla al interior del continente americano). Sin embargo, en busca de su hogar, encuentran una galera de vikingos, quienes los llevan a su tierra.
Entre los vikingos, se encuentra el líder de la expedición, Kerosén, quien está convencido de que descubrió una nueva tierra y que los galos son «indígenas del nuevo mundo». Sin embargo, Astérix y Obélix encuentran a un galo que servía como esclavo, quien les dice que los vikingos quieren sacrificarlos. Los galos logran huir y logran conseguir pescado fresco (que, por cierto, no era del agrado de Ordenalfabetix por falta de olor). Luego de esto, se celebra un banquete en honor a nuestros héroes.